- Con dicha reforma se precisan en la ley los detalles del proceso de ratificación de la persona titular de la Fiscalía, lo cual está previsto por la Constitución Política de la Ciudad de México.
- No se impuso ningún tipo de instrumento parlamentario, se le dio la máxima publicidad y se desahogó el procedimiento en estricto apego al derecho y los procesos democráticos.
- Por ello, no prosperó la intentona del Grupo Parlamentario de Acción Nacional para impedir la sesión y, con ello, evitar la discusión y aprobación del dictamen que ya había sido aprobado en la Comisión dictaminadora por mayoría de votos y en donde las fuerzas políticas expresaron ampliamente sus posiciones.
Hoy el Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para precisar en la ley los detalles del proceso de ratificación de la persona titular de la Fiscalía previsto por la Constitución Política de la Ciudad de México.
Al respecto, es importante señalar que la Constitución de la Ciudad y la Ley Orgánica de la Fiscalía prevén la posibilidad de ratificación en el cargo de la persona titular de la Fiscalía.
La reforma incorpora un proceso público y abierto de evaluación al desempeño de la persona titular de la Fiscalía. Lo anterior, con la finalidad de que, en el proceso, se consideren recomendaciones y opiniones ciudadanas sobre la gestión de la persona Fiscal.
Asimismo, esta reforma también contempla que en dicho procedimiento se valoren los conocimientos, la experiencia, los resultados, el Plan de Política Criminal y el Programa de Persecución Penal durante su gestión; así como las estrategias y capacidad de administración y dirección institucional, diseño y ejecución de políticas de procuración de justicia y criminales, independencia en su actuación, con una visión de respeto y protección a los Derechos Humanos, a las víctimas y perspectiva de género.
En la aprobación de este dictamen, el Congreso cumplió a cabalidad con el proceso legislativo establecido en el Reglamento.
Desde la presentación de la iniciativa, la Comisión dictaminadora respetó el derecho de las y los ciudadanos para hacer observaciones a la propuesta; igualmente se cumplió con las condiciones reglamentarias para sesionar y se aprobó el dictamen por mayoría de votos, donde las fuerzas políticas expresaron ampliamente sus posiciones, es decir, se agotó y observaron rigurosamente las disposiciones normativas aplicables para la dictaminación en comisiones.
Se trató de un proceso abierto, transparente, en el que incluso se aprobaron reservas de la oposición en la Comisión para mejorar y fortalecer los términos del proyecto de decreto.
Del mismo modo, dicho dictamen fue publicado con más de 48 horas de antelación en la Gaceta Parlamentaria del Congreso de la Ciudad de México, tal como lo establece la normatividad aplicable.
Durante su discusión en el pleno del Poder Legislativo de la capital, se contó con el quórum legal y obtuvo el voto favorable de la mayoría absoluta de las y los legisladores requeridos para aprobar la reforma.
Cabe señalar que no prosperó la intentona del Grupo Parlamentario de Acción Nacional para impedir la entrada de las y los legisladores al recinto, a fin de reventar la sesión.
En suma, se colmaron los requisitos parlamentarios establecidos para estos trabajos legislativos. No se impuso ningún tipo de instrumento parlamentario, se le dio la máxima publicidad y difusión, y se desahogó el procedimiento en estricto apego al derecho y los procesos democráticos.